viernes, 14 de marzo de 2008

FENOMENOS NATURALES


Los fenómenos naturales son fallas de la materia, que se encuentra en constante movimiento, teniendo en ocasiones encuentros espectaculares que provocan las catástrofes que el hombre pudiera evitar si se dedicara parte de su tiempo al estudio de estos fenómenos para prevenir tomando medidas adecuadas, ejemplo el pararrayos de Benjamín Franklin.
Pero al contar cada ser humanos con su libre albedrío y siendo estos una cantidad multitudinaria, la forma de pensar es muy diferente la de unos y otros produciéndose el caos. En cambio si todos respetáramos las Leyes de la Naturaleza, todo marcharía a la perfección y habría menos desastres, porque siendo los pensamientos energía y al haber mas pensamientos negativos que positivos, irradian ondas electromagnéticas en su mayoría negativas que positivas que producen catástrofes de toda índole.
Un fenómeno que observamos con frecuencia es la acumulación de energía en las tempestades, con descargas eléctricas que aniquilan todo en los lugares donde caen.
El pararrayos en un aparato inventado por Benjamín Franquiln con un sistema que descompone la energía o electricidad, acumulada en el rayo anulándola.

LO ESPIRITUAL LO VERDADERO

Si el ser humano estuviera educado en el conocimiento de las Leyes de la Naturaleza y de que la espiritualidad es una realidad, o el estado verdadero del ser, lo demuestra el hecho de que todos los seres humanos por igual, pasamos mas la mitad del tiempo de nuestras vidas dormidos, y en estos lapsos de tiempo nuestro espíritu, abandona el cuerpo material en incursiona en el espacio por medio del sueño y durante este cobra vitalidad al igual que el cuerpo físico, lo aprovecharía.
Además comprenderemos que las Leyes de la Naturaleza están hechas con una finalidad, ayudar al ser humano, pero todo tiene su principio y su fin y la vida terrena es corta, se termina la fuerza física, la belleza, la fertilidad, la virilidad y se termina la vida para volver a resurgir en otra reencarnación y dar oportunidad a nuestro espíritu de lograr la purificación mas elevada.
El que no sabe es como el que no ve y camina a ciegas por la vida, dando vueltas a los instintos, guiado solo por la sensualidad de los sentidos físicos que lo atan a la carne y a su ser animal. Los sentidos del espíritu, espiritualizan al ser humano y lo hacen intuir en el bien y el mal, deducir lo correcto y apartarse del mal.