Todo ser humano tiene dentro de si la chispa Divina y tiene también un ser irracional, un animal, a veces, una bestia; este ser es consecuencia de la materia, la carne que no razona solo siente, a pesar de que cada célula de la materia cuenta con una parte infinitesimal de mente; estas se reducen a ejecutar instintivamente funciones especificas del órgano del cuerpo al que pertenecen. Pero al ser dual, el ser humano y poseer el espíritu, este cuenta con el raciocinio, alma o la mente, la inteligencia y por medio de ellos logra altos grados de superación o elevación espiritual, facultando al ser humano para dominar el instinto animal de la carne.
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